En Drékaro nos gustan los retos, pero este proyecto nos llevaba aún más lejos, la responsabilidad de conseguir mejorar la calidad de vida y la salud de una persona.
El encargo de nuestro cliente consistía en un espacio tratado y acondicionado que cumpliera los siguientes aspectos:
Máxima insonorización acústica (interior y exterior), protección contra contaminantes ambientales (hipersensibilidad química), aislamiento con barreras electromagnéticas y control de compuestos orgánicos volátiles (COV y concretamente, formaldehídos).
Además de todos estos requisitos el espacio tenía que contar con la habitabilidad, durabilidad, comodidad y la ergonomía necesarias de una habitación destinada a un adolescente que padecía Hipersensibilidad Acústica, Hipersensibilidad Química y Electro Sensibiliad.
Para realizar este proyecto necesitamos la colaboración de nuestro mejor especialista en aislamiento Insoávila que junto a nuestro equipo técnico habitual, se encargarían de los estudios, materiales y realización posterior del trabajo de acondicionamiento.